FRUSTRACIÓN

Siempre he pensado que cuando más inspirada estoy es cuando me inunda la mala leche, cuando me he bebido tres cervezas o cuando estoy auténticamente frustrada o triste.

En este momento, tres y cuarto de la tarde, me inundan dos sentimientos, mala leche y frustración, además de dos cervezas, para que lo voy a negar.
No se si uds. se preguntarán el porqué, me da igual. 
Yo se lo voy a contar.

Esta sensación me arrastra de vez en cuando y me digo, "ahora cuando termine la siesta lo escribiré" y ¿que me ocurre siempre? pues que después de la siesta y modorra consiguiente, se me ha olvidado la mala leche, la frustración (aunque eso va calando) y el efecto de la cerveza se diluye con lo cual se olvida que es lo quería escribir. Pero he decidido que no me vuelve a pasar, yo al revés que Escarlata "no lo pensaré mañana" lo pienso hoy y se acabó, así lo plasmo tal y como lo siento.

 Da la casualidad que la que esto firma es una mujer que vale un huevo y que siempre lo tiene todo a punto. 

En mi trabajo soy buena, muy buena y aunque no le dedique muchas horas- no por gusto sino por la que está cayendo- me suele dar muy buenos resultados y  bien remunerados.

En casa, para que negarlo, soy perfecta. 

Una -y sé que no soy la única-, se esfuerza día a día porque la nevera esté llena, las despensas a rebosar, porque haya gel, champú, espuma de afeitar -que ya me explicarán para que c.ñ. la quiero yo- colonia de cinco marcas, calzoncillos- otra cosa cuya utilidad me es ajena- calcetines, uniformes del colegio, zapatos, en fin todas aquellas cosas que hacen que la vida de los machos que nos rodean sea mucho más cómoda y agradable y la nuestra- la de las féminas- mucho más complicada.

 Esta misma mañana he ido a la compra. Si ¡a la compra! porque da la casualidad que antes de ir al despacho siempre tengo mil cosas que hacer y da igual que no me de tiempo, hay que hacerlas porque sino nadie las hace. 

 La compra es ese coñazo que te quita más de una hora de tu tiempo, que te obliga a hacer una lista previa -cogno si somos tres en casa ¡cómo soy la única que sabe que no hay leche!, ni azúcar ( que no tomo), ni espuma de afeitar ( me afeito día sí, día no) ni cereales (qué e lo que é)- y a pasarte por el Consum pensando en tu querido marido y en tu hijo..."seguro que esto le encanta"..."mira pobre, le voy a comprar chocolate".."uy, a Antonio le encanta esto" "seguro que les apetece"......y así te echas más de una hora compra que te compra.......y ¿todo esto "pá qué"'?

 Anoche antes de irme a dormir, fui como siempre a la cocina para meter leche en la nevera- nos encanta bien fria- y cual fue mi sorpresa cuando me encontré con que no había ni una botella.....joé ya empezamos...¿por qué soy la única que tiene que estar pendiente de esto cuando soy la que menos leche tomo?...así que hoy me ha tocado hacer la compra....mañana es el cumple de Manolo, entonces pienso "voy a hacer una comidita buena que mañana se va con sus amigos y así el Domingo la family junta y feliz". 

 La menda, que es gilipollas- como todas las que me leen- siempre pensando en su familia, y decido:...compro desayuno bueno, muchas coca-colas para sus amigos, papas, doritos, ganchitos y para el Domingo y un cocido ¡que no se lo salta un canguro!

 Me vengo del trabajo pitando para que le pobre tío de Consum no se encuentre la casa como si fuera el desierto de Atacama- es decir vacía- y mientras hablo con un amigo que me expresa su frustración- no soy la única- porque sus hijos no hacen nada en casa, espero que llegue.

La compra ¡tres toneladas! de maravillas gastronómicas.

Y ¿que ocurre cuando les dices a tus convivientes que la guarden? pues lo siguiente y es textual:

¡que bestia ¿para que has comprado tanto? (esta es la de siempre) 

¿para que quieres tanta carne? ¡es carísima! 

Mamá ¿para que compras cereales? ....

y ¿este zumo de coco y piña, a mí no me gusta? (esto mi querido marido) ¡pues joé a mí sí y yo soy la que voy a la compra!...

mira como compra chocolate tu madre....no se porqué..luego se ponen ciegos.

¿para que compras chorizo, para que engorde seguro? 

¿para que quieres la lejía? 

no sé porqué has comprado gel de baño si queda media gota, y el papel higiénico ¿para qué lo queremos?....

jó cuanta pasta te has gastado....

Y bueno que decirles de la "guardada"....

Aquí no cabe....en la nevera, en el congelador, en el armario-despensa.....en fin al final la compra supone, tres o cuatro horas de mi preciado tiempo: una en el Consum, más media en llegar y volver, otra peleándome con mi santo y mi cuchicuchi- este es menos beligerante- sobre lo que he comprado y la pasta que me he gastado y otra ¡la peor! sacándolo todo de la nevera, el congelador y el armario-despensa y volviéndolo a poner en el sitio adecuado,aunque no pierdo la esperanza de que algún día dejaré de hacerlo...porque a base de paciencia y mala leche enquistada, conseguiré que metan cada cosa en su sitio.

Eso sí, al cabo de diez días no quedan ni las migas de todo aquello inncesario, superfluo y carísimo que compré.

Como comprenderan me siento frustrada, cabreada y estoy hasta el mismísimo de las tareas domésticas. Y se que no soy la única y también hay únicos que se sienten igual.