Una
conductora belga que quería ir a Bruselas llega hasta Zagreb por un fallo en
su GPS........
Pues
francamente no se que mérito tiene esta boba para que la saquen en los
periódicos y se merezca más de un millón de resultados del señor Google, si
en buena lid el mérito se lo deberían adjudicar a la Mari (GPS para los
avezados) que, pese a ser una máquina bastante coñazo, consiguió engañar a
toda una mujer adulta.
Pero como no
se trata de dar los laureles a un aparato infernal -que no creo que supiera
apreciarlos- se los adjudico a mi Santo, que consiguió hacer
más de cien kilómetros a través de la
M-40 para llegar a Pozuelo pese a las clarísimas
explicaciones telefónicas que recibíamos puntualmente de nuestros pacientes
amigos al borde del infarto.
Fue una
de esas anuales excursiones que hacemos a Madrid a probar su paciencia.
Imaginen
un coche, grande gracias a Dios, lleno hasta los topes de maletas y seres
humanos de todos los tamaños. Un marido conductor que no cede el cetro así se
quede ciego, una paciente mujer que no puede oír la música que desea, un
Cuchicuchi de unos diez años, la
cuñada que se apuntó al viaje y Alejandra, amena y divertida y que me temo
acabó odiándonos en aquella tesitura.
Sitúense, dejamos la A-3 a no se qué hora, sólo
recuerdo que el sol aún estaba alto, y nos metemos en la maraña de autopistas
que rodean la capital.
- Cogéis la M-40 dirección norte y
cuando lleguéis a la desviación de Pozuelo- Centro Comercial ya estáis-
nos decía Iván todo confiado..
- Aún nos
dará tiempo de dar una vuelta antes de cenar ...¡iluso!
Y ahí que
vamos.
Parece sencillo ¿verdad? pues no lo es. Yo "pá" mi que esta maraña la
planificó un sádico que odiaba profundamente a los provincianos como nosotros
en una mañana de dolor de muelas...¡será ....!
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Parecido a esto |
La primera en
la frente.
Coges el desvío
hacia la M-40, nos decía.
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Polo de atracción de provincianos |
Pero, como es una constante en nuestra vida viajera ¡aparecemos en Mejorada del Campo! ¿Qué por qué? pues vaya ud. a saber. Probablemente es una especie de Triángulo de las Bermudas en versión castiza que debe su poder imantador a la hermosa catedral que el fulano este está construyendo con sus propias manos.
Pero, a lo que iba.
Una vez enfilados comenzamos a hacer kilómetros sin solución de continuidad.
--Por ahí, por ahí, chillaba yo mientras sostenía el mapa tamaño sábana sobre las rodillas.
--¿Cómo que por ahí? no ves que pone Zaragoza y Iván nos ha dicho Burgos, berrea mi Santo dando un volantazo para meterse en la siguiente desviación que ponía Valencia.
--¿Cómo que Valencia si venimos de allí? grité yo mientras trataba de domar el cojomapa.
-- Es que no tienes ni idea de leer un mapa, me espeta sin atisbo de dulzura alguna.
- ¿Qué hacemos aquí? la siguiente desviación pone Córdoba y se supone que vamos hacia Burgos ...respondo yo con acritud y los colmillos fuera (gracias al antiguo sistema de bachillerato sin EGB ni inventos posteriores, los que estamos en la cincuentena sabemos que Córdoba está hacia abajo y Burgos hacia arriba).
Habrán adivinado que el ambiente se iba caldeando por momentos, lo cual, sin embargo no contribuyó en absoluto a subir la gélida temperatura ambiente.
La ciudad, que mira que es grande y hermosa, ya ni se atisbaba.
La luna que antes estaba a la derecha, aparecía ahora a la izquierda. Era noche cerrada, como habrán supuesto, y calculo que debíamos llevar una hora dando vueltas por la telaraña.
Nueva llamada a Iván: - Oye aquí pone Leganés, no sabemos por dónde seguir.
-¿Cómo que Leganés?...eso está en la otra punta...Tenéis que coger la siguiente desviación hacia Burgos.
-¿Burgos? si hace una hora pasamos por allí..
-Tu eres imbécil...me decía mi Santo. Toda la culpa tuya......
-El imbécil serás tu que no tienes ni idea de cómo se lee un estúpido cartel de carreteras....Ah por cierto, me hago pis encima y creo que si seguimos así en este bucle infinito usaré el bolso para evitar males mayores.
- Pues no pienso parar, te aguantas....
Gracias a Dios mi cuñada también se encontraba en la misma situación, y como no es lo mismo una hermana que una mujer que no sabe leer mapas, mi Santo, al que en ese momento hubiera estrangulado, se prestó a parar.
A la luz de la luna, a los pies de una desviación, con un atasco de mil pares de narices, May y yo aliviamos nuestra necesidad sin importarnos un rábano que Selene iluminara nuestras posaderas para regocijo, o no, de los conductores madrileños.
Los pobres niños asistían alucinados al intercambio de piropos entre mi Santo y yo y como Cuchicuchi ya estaba medianamente acostumbrado a estos lances viajeros ni protestó, pero la pobre Alejandra, criada en una familia en la que los únicos gritos que se oyen son los de Tarzán en la tele, rompió a llorar cual Magdalena sin consuelo. No entendía nada, no podía comprender que dos personas que viven juntas pudieran llegar a ese grado de histerismo absurdo. Menos mal que la mente joven no da cabida al rencor pues en caso contrario no hubiera vuelto a hablarnos jamás.
Y cuando parecía que la cosa ya no tenía remedio pues nos estamos quedando sin gasolina, apareció el salvador cartel de Pozuelo- Centro Comercial.
Hora y media dando vueltas por las distintas M-40, 50 o 60 que los malvados ediles madrileños han creado para deshacerse de los provincianos indeseables.
-No entiendo como habéis podido perderos, nos suelta Ivancito cuando nos ve....
-Sujétame que lo mato.......
El episodio se repitió en distintas ocasiones, sin tanto drama pues ya estábamos acostumbrados, hasta que finalmente nos hemos aprendido el camino, llegando claro está, a Mejorada del Campo cada vez que vamos a Madrid (verídico oigan, Cuchicuchi es testigo)...no quien será el imbécil que ha diseñado la salida desde la A-3 a la M-40 dirección Burgos pero se merece mi odio eterno.
Me consuela pensar que no somos los únicos abducidos por la maraña de carreteras madrileñas.
Jordi también es asiduo de este drama pues tiene una querencia innata a la M-30 -mira se me había olvidado que existe...¿existirán también la 10 y la 20?- en la que siempre acaba independientemente de que se dirija a Pozuelo o al centro de Madrid.
Y no puedo olvidarme, por supuesto, del camino guiado por Iván desde Pozuelo - un referente en nuestra historia automovilística- hasta la iglesia donde comulgaba Ricardito.
Tres o cuatro coches siguiéndole por el horrible laberinto ya descrito. Y como debe ser que cuando los madrileños pisan esas fatídicas vías están deseando salir de ellas a toda velocidad, no sea que resulten abducidos cual provinciano vulgar, comenzó a pisar el acelerador como si le persiguiera un ejercito de zombies en ayunas. Jordi, de natural tranquilo e impasible ante todo lo que no sea un Tsunami de proporciones bíblicas, se puso incluso nervioso. Mi Santo, que como he dicho no cede el cetro- también llamado volante- así lo maten, tratando de seguir a Fittipaldi Iván, Chente que habitualmente no sube de 100 tuvo de abjurar de sus principios y poner el coche a 130.
Pero ¡era imposible! el guía debía haber tomado Cola-Cao con Red Bull para desayunar pues la suerte de carrera con que nos obsequió batió todos los récords del despropósito. Aún así no se salió con la suya y conseguimos llegar al lugar después de quemar las ruedas y gastar todo el combustible.
¡¡En Valencia te esperamos para guiarte!!
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No se crean lo de todas direcciones, es para despistar al provinciano |
PD:Como habrán observado el GPS es un invento absolutamente innecesario habiendo listos al volante y estupendos carteles que te guían de buena fe y por supuesto el móvil que no hay día que no bendiga yo a su inventor ...sin él seguiríamos dando vueltas por la M-40......o perdidos en las Peñas de Dios... como aquella vez...imaginen como es el lugar sólo por el nombre.
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ResponderEliminarJamas, repito, jamas olvidare aquel viaje. Recuerdo, por cierto, que Manolo, que siempre ha sido mas listo que yo, pensó que lo sensato era irse con mis padres y la famosa guía Michelin. Así que a efectos prácticos era la única niña.
Recuerdo con total claridad como cada vez que llegábamos a una salida Mai y tu gritabais por ahí, por ahí y Antonio decía que no que no, y al final tomaba la salida que fuera, errónea por cierto, y en cuestión de segundos el coche se sumía en el máximo silencio y Antonio enloquecía hasta que se calmaba el asunto llegábamos a otra salida y la misma situación y esto duro.... mas de una hora.
Lo peor fue cuando mi padre llamo por teléfono y dijo yo ya estoy, ¿donde estáis?, tanto que os burlabais mi guía y ha funcionado fenomenal.... Antonio ya monto en cólera, "hasta Jordi ha llegado ya,hasta Jordi" y añadió "pues nos volvemos a Madrid a tomar por ...." y mai decía no no que esta Alejandra, que hacemos con ella y yo pensaba.... llevadme con mis papas porfavor jajajajaja.
Como observarás yo tampoco he podido olvidarlo. Nunca más le he vuelto a indicar una salida, porque diga lo que diga, siempre me la gano, aún cuando tenga razón. Enloquece cuando finaliza la A-3 y jamás consigue aprenderse el camino...pero yo sutilmente se lo indico haciéndome la tonta...o Cuchicuchi que no se corta un duro. No me acordaba yo que Cuchicuchi no venía, ya me extrañaba a mí no recordar sus gritos...jeje. Fue buenísimo y desesperante a la vez y yo mientras haciéndome pis encima....¡demencial! Jamás podré olvidar las vueltas que daba la luna como si estuviera ocurriendo un cataclismo espacial....aunque bien nos sirvió de guía....en fin es una constante en mi vida matrimonial.....
EliminarLa verdad es que a mi me ha pasado lo mismo muchas veces. Yo tambien recuerdo viajes conduciendo con una mano, mirando el plano con un ojo y discutiendo con mi mujer sobre que salida tomar y por donde girar. Gran invento el GPS, ademas ahora te lo ponen en todos los smart phones.
ResponderEliminarMuy bueno Marisa.
Vte
Te he otorgado un Premio Liebster Blog. Pásate el miércoles 6 a las 15.15 por Esto no es Yugoslavia para recogerlo. ¡Felicidades!
ResponderEliminar¿Y eso?.....
EliminarHola, soy @candelatiwt, he tenido que cambiar de buscador para seguirte, el crome no me dejaba...
ResponderEliminarBsts ;)