lunes, 20 de junio de 2011

LA CAMISA DE RAYAS VERDES

 






Tengo un público muy agradecido y poco "comentador" que me pide que escriba y a ello me pongo, pero que conste que lo hago con la condición de que hagan el favor de comentarme porque una -la menda- aparte de alimentarse con los dichosos batidos de Pronokal, puajjj, también se alimenta de ego y de vanidad y últimamente no están ustedes por la labor de darme comida....¡¡¡en mi último post no hubo comentarios!!! ¡¡a ver si se creen que no me duele!! pues si y bastante....así que ¡¡¡espabilen y comenten, comenten pues en caso contrario amenazo con no enseñar más el pelo!!!





  No se crean que es fácil pues una tiene la sesera ya algo seca con el Pronokal y con  los años  -no admito chistes al respecto- y las ideas y las palabras no brotan con la fluidez que desearía y no es precisamente mi público el que me facilita la labor mandándome interesantes sugerencias sobre las que hablar.
 Y como cada uno es cada uno o su "cadauná" * -no confundir con su churri- , se ve obligado a hablar de cómo le va en la corrida y cómo le ha embestido el toro a lo largo de la misma y si no tiene nada de contar recurre a las experiencias ajenas que cariñosamente le ceden sus conocidos a los que escucho con fervor.





Ya saben de mi inclinación a escribir sobre el mundo masculino ¡que les voy a contar que no hayan leído en mis anteriores entradas! de sus defectos, sus virtudes y sobre todo de esa extraña forma de proceder que nosotras, las mujeres, jamás entenderemos, no porque  hablen en un lenguaje superior que no está a nuestro alcance sino porque la mitad de las cosas que hacen nos parecen gilipolleces. En esto creo que muchas de ustedes estarán de acuerdo conmigo, hablan un lenguaje distinto, incomprensible en muchas ocasiones que nos impide llegar a comprender a que se refieren y no tienen mejor ejemplo que este vídeo que he cazado en mis viajes por internet...¡lo dice todo de la falta de comunicación masculino-femenina!




















Y es que los hombres -con perdón de mis augustos lectores masculinos- son muy raritos....a ver si me entienden, no es que sean marcianos pero se les parecen bastante. 
 Pero no sólo eso, es que además pretenden haber dicho lo que no han dicho y haber hecho lo que no han hecho o viceversa...para inmediatamente decirte que estás loca y que te lo has imaginado todo.





Aquel día la que suscribe, tenía algo de tiempo libre que aprovechó, como es su costumbre, para acercarse a El Corte Inglés -raro en mí ¿verdad?- a la caza de gangas...(ya conocen algunos mi espíritu ahorrador y algo tacaño). 
  Y así comoquiennoquierelacosa me topé  en la planta joven con una magnífica camisa de caballero de rayitas verdes y blancas de la talla cuatro idealdelamuertetelojuroporsnoopy y para colmo baratísima,  NUEVE miserables euros -lo que cuestan tres cevezas en el Mercado de Colón, apostillo-....¿cómo puede alguien despreciar esta ganga? ¡¡¡¡una camisa que normalmente cuesta 40 mortadelos al increíble precio de 9!!!. Obviamente la merqué, eso sí, después de mirarla de arriba abajo durante media hora para buscar los agujeros y las manchas o en su caso la cámara oculta...pero no había nada era de verdad una camisa muy, muy barata y muy bonita.....así que ni corta ni perezosa y emocionada con mi flamante compra se la enseñé a mi churri a punto de llorar de emoción.....y ¿que creen? ¿que compartió por un momento mi alegría y me ensalzó por ser tan buena comprando?......pues ¡¡¡todo lo contrario!! ¡¡ES HORROROSA!! ¿CÓMO SE TE OCURRE COMPRARME UNA CAMISA A RAYAS BLANCAS Y VERDES? ¡tengo el armario lleno, no necesito más!....en fin ya se imaginarán la escena, una que es muy flamenca pero muy llorica acabó a moco tendido, no de pena sino de indignación y por supuesto  sin  hablarle el resto del día, bueno fueron dos no voy a mentir.
Me olvidé de la dichosa camisa a rayas y seguí con mi vida.
Pasadas las semanas observaba con verdadera curiosidad de estudiosa del alma humana como mi churri se ponía la camisa bastante a menudo, pero me abstuve de comentario alguno no fuera a ser que surgiera la chispa de una discusión y aguanté hasta aquel  viernes en que saliendo del despacho a tomar la cervecita de rigor ¡por fin se acababa la semana!  me suelta todo feliz ¡HAY QUE VER QUE BONITA ES ESTA CAMISA! ¿CUANDO LA HEMOS COMPRADO?
¡¡¡¡El colmo de la desfachatez!!!!
 Aún me estoy preguntando si lo hizo para tomarme el pelo o porque realmente se había olvidado del incidente y así me lo aseguró...-¿cuando te he dicho yo que esta camisa es fea si es preciosa? -te lo estás inventado todo-
 Una vez más la memoria de pez de los maridos entra en acción y nos deja como si fueramos gilipollas, pero, todo sea por la paz familiar, no hice comentario alguno y me bebí una cerveza, que no se la salta un canguro, para olvidar las penas, bueno he de confesar que no fue solo una.
 Y no crean que es la única vez pero, como les dije más arriba, la falta de azúcar con la que castigo a mi cerebro me está dejando hecha trizas la memoria, pero eso sí, bastante más apuesta y pizpireta de lo que acostumbraba a estar y por ello no logro recordar más incidentes similares que haberlos haylos lojuroporarturo.







*su circunstancia en la forma coloquial de una bloguera muy divertida a la que leo de vez en cuando.

6 comentarios:

  1. Como siempre un 10. Eres divertida, ocurrente ...y logras que pase unos ratos estupendos leyéndote.
    Tienes que hacer una recopilación de estos textos e intentar escribir un libro. Eres buena escribiendo, rubia.
    Aparte de reir con ganas tu forma de contar el día a día, tienes la habilidada de convertir un momento rutinario y cansino en pura anécdota. Genial.
    Por cierto, oy me ha pasado algo parecido. En lugar de una camisa era la comida para cuatro. Juro que el marchoso de mi marido me dijo anoche: "Mañana preparo yo la comida". De acuerdo, cariño, pero somos cinco a comer. "No hay problema, yo me encargo de todo". SOS. A la 1,30 de la tarde me llama por treléfono y me dice: "Tengo que comprar algo, cariño?". Pues la comida. Preparla. Pensar que vamos a comer. En un ratito tus hijos vendrán a comer. "Pero..(dice) no has hecho la comida?. Yo creía que como ta has ido pronto a casa lA hacías tú".
    No me he tomado una cerveza. He tomado dos o tres.
    Chic@s animaos a comentar que nuestra escritora se lo merece.
    Un beso de la otra rubia

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  2. ¡gracias preciosa! creo que eres la única que me quiere....los maridos son como son y así les queremos..pero que nos van a decir a nosotras de sus olvidos...¡son tantos que ya no puedo ni contarlos! en fin continuará con el "gen de no encontrar" y los tapers mutantes...por sugerencia de un lector...

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  3. Esta muy bien si.Ya lo dicen los libros, los hombres somos de marte y las mujeres de venus.
    Pecholobo

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