jueves, 10 de marzo de 2011

EL CROMOSOMA "Y" O TAMBIÉN LLAMADO COJO














Los portadores del cromosoma Y, vulgarmente llamados tíos u hombres, siempre han llamado poderosamente mi atención, al fin y al cabo una es una mujer con dos cromosomas gemelos y perfectos y lo diferente tiene su aquel y simplemente esta diferencia es la que nos atrae a las mujeres.
 Pese a estar cargados de defectos, no se me ofendan mis amables lectores porfa, son fascinantes, quizás por ese puntito de rareza que les adorna.
 Las mujeres, tan perfectas como somos, sin embargo no podemos resistirnos a sus encantos y aquí viene el problema, les seguimos, les hacemos caso, caemos rendidas a sus pies y entonces......se quitan la careta y descubrimos su realidad.... ¡tienen un cromosoma cojo!
 Si, pese a que la Biblia diga que Dios le quitó una costilla a Adán para hacer a la mujer con ella, la realidad es otra ¡les quitó una pata del cromosoma X! como se observa claramente en la foto ¡están cojos! y es esa cojera la que les hace ser como son.
Y esta forma de ser tan especial es la que nos tiene tontas pero a la vez nos saca de quicio.
¿Cuál de ustedes entiende a los hombres? ya me imagino que mis amables lectores pensarán lo contrario "no hay quien entienda a las mujeres" pero eso, si lo desean mis lectores masculinos, lo pueden hacer objeto de un post que yo con gusto leeré y comentaré con buen espíritu crítico.
Ahora voy a lo mío.
 Esta cojera, además de en otras cosas de las que hablaré en otra ocasión, se manifiesta en el juego, del tipo que sea, deportes, cartas, parchís, cualquiera en el que haya competencia. Tienen que ser los mejores y obviamente tienen que demostrarlo delante de nosotras.
Yo, que soy bastante aficionada a los juegos de cartas, últimamente me dedico con pasión y fruición, en las pocas ocasiones que tengo, a jugar al mus. 
 Mi pareja de mus es mi amigo Alberto, y ¿los contrarios? pues como no podía ser de otra forma nuestros respectivos (esto por una razón poderosa ¡jamás hay jugar a nada con el cónyuge!, es una cuestión de supervivencia, ya me lo contarán si deciden no hacerme caso)...  está estadísticamente demostrado que las rupturas de pareja vienen dadas en un alto porcentaje por jugar con tu pareja cualquier partida de lo que sea.
  Aquello parece una guerra a muerte entre los dos machos contendientes...a ver quien se marca el mejor farol, a ver quien se da un mus ciego para engañar al otro, quien tiene más reyes o quien consigue un 31 más pronto....se miran, se acechan, se sientan estratégicamente delante del otro  para poder controlarse...y mientras nosotras ¿qué? pues tranquila y serenamente a observar con curiosidad de antropólogo el desarrollo de las partidas, gin-tónic va gin-tónic viene...y “pastetes” por aquello de endulzarse la vida frente a tanta agresividad.
¿Y en el billar? tendrían que verlos...las poses con los culos en pompa no tienen desperdicio, si juegan con alguna de nosotras, francamente es como si no existiéramos, da igual que metas cinco bolas de una...en realidad se lo debes a sus magníficos consejos, pero ¡ay del contrario (macho) si meten una! los aspavientos realmente obscenos son de tratado (si, aquel que hacen como Rafa Nadal cuando cuela la bola)...y repiten ¡TOMA,TOMA,TOMA! (en este gesto y comentario alguno de mis amigos es especialista) yo en realidad no sé a qué se refieren pero me encanta verles y pese a que normalmente son muy dulces con su mujeres esto delata su cromosoma cojo (je,je, sobre esta dulzura ¿? hablaré en otra ocasión).



El pádel también tiene su competencia. Cuando vamos tranquilamente a jugar  dos parejas aunque la churri de el otro juegue francamente bien (yo estoy en ello), la competición parece desarrollarse sólo entre los dos hombres, si vieran con que potencia se tiran las bolas uno a otro entenderían porqué en su día se inventaron las armaduras...pero no crean que es porque hay rivalidad por la hembra (ya nos gustaría a nosotras) no, eso ocurre siempre que se juega entre parejas, al final terminan enfrentándose entre ellos como si fueran gallos de pelea ¡vaya usted a saber porqué!,  y tu a un lado viendo pasar la bola como si fuera un meteorito desbocado y sin rumbo, es decir, no te enteras de nada, lo mismo daría que estuvieras sentada en el bar cerveceando. Al fin y al cabo no se darían ni cuenta….tal es el aprecio que tienen los machos por tu juego.
 Estoy abierta a discutir todo tipo de teorías sobre la influencia del cromosoma cojo en la vida de los machos humanos especialmente en los juegos, en otra ocasión escribiré sobre cómo influye en la vida doméstica con el "cariño ¿donde está la mayonesa?" o ¿por qué la chica se lleva mis calcetines? y similares y otra entrada interesante será la relativa a las contestaciones de las mujeres, tipo "la mayonesa la metí en la lavadora ¿dónde iba a estar si no? o "la chica se lleva los calcetines para colar el café en su casa"...
 En fin insisto ¡me fascinan los hombres! y ¡vive la différence!
PD: El otro domingo oí en la radio en el programa de Pepa Fernández, cuando hablan de ajedrez, lo siguiente: en un estudio hecho sobre 100.000 partidas de alto nivel de ajedrez (¡casi ninguna! obsérvese el número) estudiando el nivel de riesgo al que llegaban los y las jugadoras frente a un rival atractivo del sexo opuesto, se llegó a la conclusión que los "machos" arriesgaban más frente a una jugadora atractiva sin que ello llevara consigo que ganarán más partidas por ello, mientras que las jugadoras actuaban exactamente igual frente a hombres atractivos que los que no lo eran y frente a mujeres....
Esto demuestra que lo que he escrito es cierto, preciso y fiable...los tíos siempre tienen que demostrar que pueden a una mujer....
¿Por qué será?...y...¿con qué finalidad? ¿no sería más lógico encauzar tanta agresividad? o ¿realmente es esta la mejor manera que encuentran para encauzarla? se admiten opiniones.....

8 comentarios:

  1. Tu sabes la cantidad de información que nos hemos quedado nosotras en ese trocito de cromosoma? por eso hacen tanto el imbecil
    Tu ex boti (y deudora)

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  2. DESPEJANDO INCÓGNITAS. A ver si nos aclaramos: con la edad, uno asume que es cromosómicamente cojo, pero se consuela pensando que ontológicamente no es palomo ni tiene armario del que salir.
    ¡Ay, compañera, cómo se nota que devorar hombres no engorda! Para evitar caer en los churros con chocolate, tu dieta consiste en darnos caña, no hay más que leerte. En fin, admito que la dieta funciona, no hay más que verte. Tu problema es que no asumes que, en tu casa, eres minoría. Única, para ser exactos. Esto es lo que hay, y así hay que aceptarlo. Si sabré yo de qué va esto. Así que, lo siento, pero tengo que volver a manifestar mi solidaridad con tu respectivo, al que aprovecho para enviar un fraternal abrazo y el testimonio de mi consideración más distinguida. Nunca encontrarás otra pareja de pádel que defienda con tanto empeño el honor de la familia.
    No le des más vueltas: "x", "y", qué más da. Finalmente el lío entre hombres y mujeres no tiene más dificultad que la de una ecuación de segundo grado. Te lo dice alguien que vive con cuatro mujeres. Voy sobrao.

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  3. Genial!! Lo del padel es totalmente cierto!! Es muy gracioso tu blog!! Animo!

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  4. hola, hola, probando, probando.....

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  5. Aquí la respuesta, probando

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  6. Ah,pues no soy tan burra como pensaba... ¡Lo he conseguidooooooooooo!
    Pero ya ves, con el comentario tan güay que te hice, y ya se me ha olvidado.

    Te decía que olvidaste hacer mención a la aversión masculina o cromosómica menguante del susodicho sexo a bajar la ventanilla del coche y preguntar una dirección a un viandante. Ahora con lo del Tom Tom lo tienen más fácil, pero no hace mucho...

    Besitos,

    Mónica.

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  7. Bueno, con lo del padel no estoy totalmente de acuerdo, yo creo que las chicas jugabais mas, es decir que lo chicos os tirabamos siempre la pelota a vosotras. La razon no tiene que ver con el sexo sino con la tactica: dar mas juego al que mas falla para conseguir ganar. Lo unico que haciamos el churri y pecho lobo era acudir a tapar vuestros huecos (en el buen sentido de la palabra).

    En la clase de padel con Marcelo estoy con tres chicas y dos de ellas son un cañon (una esta cañon ademas). Yo no tengo que demostrar nada aunque es cierto que si te meten un tanto por todo lo alto te pica un poco en todo lo bajo.

    Apoyo totalmente al compañero, cromosoma cojo (que no palomo) Blax, tu si que sabes.

    Saludos
    El pecho lobo

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