lunes, 30 de mayo de 2011

EL POTRO

 
 Los que me conocen saben de mi nulo interés por los deportes hasta hace escasamente nueve o diez meses.
 La mayor parte de mi vida la he pasado abominando de esa estúpida actividad a la que mis amigos y conocidos dedicaban tantas horas de su vida con verdadera fruición* y entusiasmo de crios. 
 Yo, que sigo a pies juntillas la teoría de mi amigo Jordi de que el ser humano dejó de correr cuando consiguió domar a la naturaleza- (a ver me explico, el hombre primitivo o perseguía animales o era perseguido por estos hasta que en un momento de la historia se aposentó e inventó la agricultura y la ganadería y fue entonces cuando decidió que ya había corrido bastante)-  he sido siempre firme partidaria del sillón-ball, actividad ésta de lo más complaciente y descansada y si va acompañada de un buen libro, el HOLA o una cervecita ¡que mayor placer hay en la vida!...pero una no es dueña ni de sus deseos ni de su destino y no siempre puede dedicarse a holgar con absoluta pereza y desidia tal y como desearía.
Y les cuento esto porque hace como dos o tres años llegaron los madrileños estusiasmados con ese extraño deporte denominado pádel...que pá que decirlo ni es tenis ni es ná pero que les tenía a todos sorbido el seso y como mi churri y mis amigos son algo caprichositos y obsesivos se convirtió en el centro de sus vidas.
Así que todas las mañanas y la mitad de las tardes de verano mi churri y mis obsesivos amigos se dedicaban con absoluto entusiasmo al, que entonces yo consideraba, maldito deporte......y decidí que tenía que ponerme manos a la obra, no podía consentir más aquella sensación de Cenicienta, ejerciendo de chacha para todo, absolutamente desfondada y foca tirada en un sillón y más aburrida que un pie....



¡Había que hacer algo! y ese algo empezaba por ponerse en forma....y que mejor manera que empezar que mercándome algún tipo de aparato casero para evitar el bochorno de ir a algún gimnasio pijo que no sólo cuesta una pasta sino que además te obliga a ir perfectamente pertrechada de buena mañana y dado que una ya va cumpliendo muchos años y nos están amenazando con aquello de la osteoporosis que se acrecienta con el sedentarismo, y como una tampoco  es muy partidaria de irse a correr por el río vestida con chandal y tacones (cómoda pero arreglá), algo tenía que hacer para evitar terminar en una silla de ruedas con los huesos hechos trizas y seguir viendo como los demás disfrutaban con ese estúpido deporte del que yo abominaba pero que me producía un nosequé deseoso y por qué no decirlo cierta envidia viendo que disfrutaban del estúpido deporte como gorrinos en un lodazal.


Pues bien, primer objetivo ¡conseguido! así que hoy en día lo primero que veo al abrir los ojos de buena mañana antes que a mi churri con su pelo alborotado, es mi maravillosa elíptica,




Por si no lo saben la elíptica es ese extraño objeto que aparece el la foto adjunta, es decir no es "ni chicha ni llimoná" ni bici ni cinta de correr, es un invento del diablo que te deja el culo más hermoso que el de la Jenniferlopez.


Y como todo en esta vida está interrelacionado a mí me ha dado por ahí y explico porqué, creo que mi subconsciente me hizo decidirme por la elíptica y no por la bici o la cinta de correr. Acudiendo al estupendo Wikipedia, que no se si dice la verdad, alguna hay obviously, la órbita elíptica es aquella en la que "un astro gira alrededor de otro describiendo una elipse" y como una, llena de vanidad, se considera a sí misma un sol pues me decidí por el extraño aparato.

  Así que ni corta ni perezosa convencí a mi querido churri para acercarnos al Decatlón ese o como se diga a mercarnos una elíptica.
Hacia allí partimos una tarde de viernes...¡que error, que tremendo error! parecía que regalaban hasta las piraguas, gente por un tubo más que un día de Reyes....pero yo no tuve duda, fui directa hacia aquel objeto que brillaba entre todos...¡la elíptica de mis sueños!
Y, ahora viene lo difícil..¿señora -ya estamos con el respetuoso tratamiento que a las de mi edad nos toca la nariz-  está ud. segura? piense que depende del peso (máximo 100), de su energía ¿que quiere decir este tío que soy una vaca que aparenta más de cien kilos y que estoy hecha polvo?....- tiene de todos los precios desde 100 a mil....¡ostras! ¿mil mortadelos por un potro de tortura? desde luego que hay gente pa'to...
Nosotros que somos gente integrante de la clase media nos decidimos finalmente por la de 120, simple como el mecanismo de un martillo....pero eso no era del todo cierto...la cosa esa pesaba tres quintales, imposible de transportar entre dos sin herniarte gravemente y ahí no quedaba la cosa ¡aquello era imposible de montar!.



Una vez conseguimos subirla a casa, llevarla a la habitación y abrir la caja, prueba de destreza donde las haya y si no se lo creen inténtelo, mi churri puso manos a la obra con esa paciencia que caracteriza a todos los maridos con el bricolage y ya se imaginaran el resto, los tacos se oían en Sebastopol, los destornilladores adquirieron vida propia, volaban por la habitación, los tornillos sobrantes, que siempre los hay, los enmarqué y finalmente allí quedó refulgente, preciosa y diciéndome "Cuchicuchi,Cuchicuchi sube...monta, anda pruébame" y yo llena de energía y de moral subí no sin antes preguntar a mi churri si le había puesto las pilas.....aquello no arrancaba, -¡que le des a los pedales, que no va sola! o sea que hay que empujar, joé si lo llego a saber me compro una cinta de esas a pilas ¡si con esto hay que hacer fuerza! -¿pero que te creías? -espetaba mi churri ¿que iba sola o qué? ¡hombre claro! como las que salen en la pelis, esas cosas que trabajan por tí...¿no se trataba de gimnasia pasiva esto?...pues fue que NO.
 El problema es que  todos los días me lo dice, me llama como si tuviera vida propia...así que entre siete y media y ocho, la chache se pega unas caminatas que ni Paquillo Fernández en sus mejores momentos ¡que remedio me queda después de gastarme la pasta, fastidiar a mi churri con el montaje y tener en medio de la habitación un monstruo enorme que todoloocupa! y lo peor de todo son las vistas...desde mi habitación veo claramente la cocina de la vecina violinista de enfrente, la del de abajo también enfrente (este no me importa nada porque está estupendo y de vez en cuando se pasea en gayumbos) las antenas de media ciudad y nada de paisajes idílicos, y corro y corro mientras oigo al Herrera y los millones de anuncios que hacen en su programa que no puedo cortar porque la radio está lejos del trasto este ¡cachis!
Me ha creado dependencia el dichoso aparatito y además he de decirles que se me ha puesto culo casi como el de la foto...no tan hermoso pero casi, además y esto va en serio me ha dado un fondo que para el pádel es fundamental ¡que se preparen  para sufrir mi juego cuando termine de ponerme en forma!

 * Fruición: 1.- Goce muy vivo en el bien que alguien posee.
            2. f. Complacencia, goce

Esto y no otra cosa es lo que sienten mis obsesivos amigos con su actividad deportiva...pese a que una no llega a enterderlo del todo se encuentra en la senda del vicio y me temo que estoy entrando en la fase de disfrutar con fruición del pádel...¡quien me lo iba a decir a mí!......ahora bien que quede claro que la elíptica sigue sin gustarme nada, es una auténtica tortura, pero como una es muy disciplinada y para que negarlo bastante agarrada, se siente en la necesidad de amortizar el puñetero aparato, así que hasta que no se caiga a pedazos no pienso bajarme de ella.
Se admiten sugerencias para ponerle nombre al potro.


4 comentarios:

  1. Yo siempre he dicho, y el tiempo me ha dado la razón, que hacer deporte es malísimo para la salud. Tengo un montón de amigos, deportistas empedernidos, con las rodillas y algunos huesos machacados, por su afán de cuidar sus respectivos cuerpos.
    Budyalen

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  2. jajajaja. "gorrinos en un lodazal". Cada día me gustan más tus expresiones. Tu manera de describir tus artilugios, no tiene desperdicio. Pero sabes?, después de leerte me he puesto cara a cara con la elíptica (yo no me subo a ella), y le he dicho:" Por qué no me hablas como a cuchicuchi?. Así no llegaremos a entendernos nunca", pero prometo que estaré atenta a partir de este momento y como me diga eso de..."sube, monta...anda pruébame...", te aseguro que njo me bajo de ella nunca.
    Me ha encantado esta entrada.
    Tu amiga la bloguera. La rubia, claro!.
    Un beso y gracias por estas sanas risas

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  3. ¡Esto es el acabose!: Tener a "otro" esperando todas las mañanas a los pies del tálamo conyugal.¡Hasta ahí podíamos llegar! Un santo, hija mía, que tu marido es un SANTO.

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  4. Sé quien es el de los gayumbos y lo ratifico
    ESTA COMO UN QUESO. Que suerte tienen algunas......................

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